Categoría: Aspectos técnicos
29/04/2013

Crea un despacho en tu hogar

Crear un despacho en casa

Cada vez son más las personas que deciden acondicionar una habitación o un espacio de su casa como despacho para trabajar más cómodamente. Si tienes pensado hacer lo mismo, a continuación encontrarás una serie de pautas para aprovechar la estancia de la que dispongas y crear un entorno de trabajo práctico y cómodo.

Lo primero que debes tener en cuenta es el lugar donde situarás tu despacho:
  • Lo ideal es destinar una habitación exclusivamente a este uso, de forma que disfrutes de un ámbito privado donde nadie pueda molestarte o distraerte. No obstante, si esto no es posible, podrás adaptar una zona de tu dormitorio o del salón y ambientarla como lugar de trabajo.
  • Si decides instalar tu despacho en el salón, puedes utilizar un mueble o un biombo como separador entre ambas zonas. Coloca un armario, estantería o librería de tal forma que consigas aprovechar el rincón que queda en la parte trasera.
  • Si prefieres ubicarlo en tu habitación, puedes instalarlo detrás de la cabecera de tu cama o en la pared que queda enfrente de la misma. Si no, siempre podrás instalarte en una de las esquinas de la habitación.
Es muy importante estudiar y calcular la iluminación

con la que contarás en tu nuevo lugar de trabajo. Aprovecha la luz natural siempre que sea posible, y valora de forma positiva recibir la claridad desde el lado izquierdo si eres diestro y desde el lado derecho si eres zurdo. Además, será necesaria una iluminación de apoyo para las horas sin sol, preferiblemente una luz blanca.

Si nos dispones de mucho espacio, trata de hacerte con muebles pequeños y versátiles . Hoy en día existe mobiliario de oficina de tamaño reducido que incluye diferentes funcionalidades. De este modo podrás aprovechar rincones pequeños y aprovecharlos al máximo.

El escritorio será la parte más importante, por ser el lugar en el que te desenvuelves. Procura que la mesa tenga una amplia superficie útil para instalar un ordenador en caso de que lo necesites y, al mismo tiempo, te permita escribir y manejar documentos.

Si dispones de espacio suficiente, es interesante instalar una estantería que te sirva como biblioteca. Así, podrás distribuir tus ficheros y archivadores para tenerlos a mano en el momento que los necesites. Puedes optar por una estantería modular que te permita adaptarte al espacio disponible. De esta forma diseñarás tú mismo tu mobiliario de oficina, conforme a tu espacio y necesidades. Si la biblioteca no es suficiente para distribuir todas tus cosas, hazte con una cajonera. Evita que en tu despacho haya elementos desordenados o hacinados.

No utilices para tu oficina una silla cualquiera. Es importante que sea ergonómica, cómoda, y que se adapte a la forma de tu cuerpo. Ten en cuenta que pasarás mucho tiempo sentado y con el asiento adecuado ganarás en salud.

No olvides darle a tu oficina un toque personal.

Puedes colocar algún cuadro, fotos o adornos. A la hora de elegir los colores, ten en cuenta que estos influyen en nuestro estado de ánimo. Por eso, es recomendable que te decantes por tonos fríos, que aportan tranquilidad y sosiego y propiciarán un ambiente limpio y libre de estrés.


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