La licencia de primera ocupación consiste en un documento que se solicita a la administración pública y que acredita que el inmueble ha sido construido según el proyecto y las condiciones en las que se concedió la licencia.
El objetivo de este documento es legalizar la construcción para poder llevar a cabo un uso residencial, además de certificar que todas las actividades relacionadas con la construcción o arreglo de la vivienda están acabadas y se han realizado siguiendo los criterios urbanísticos, ambientales y de seguridad.
Sin embargo, la licencia de primera ocupación no es necesaria únicamente para viviendas de primera construcción, sino que también se requiere cuando se realiza en el inmueble una reforma integral o se contratan obras que cambian considerablemente la configuración, alteran el uso de la construcción o modifican la intensidad de un edificio. En este caso la licencia de primera ocupación pasa a ser una licencia de primera ocupación para viviendas antiguas.
En líneas generales, se trata de un documento sin precio fijo, pudiendo variar según los metros cuadrados o el tipo de construcción, estando aproximadamente en 900 euros y en cuanto al tiempo de espera del trámite, generalmente en un plazo máximo de 3 meses se concede la licencia, una vez se hayan verificado los datos e informes.