Antes de conocer qué es un contrato de arras penitenciales, definamos en qué consiste un contrato de arras. Éste es un acuerdo privado que se lleva a cabo por dos partes para comprometerse en la compraventa de una vivienda. Es decir, se trata de un contrato en el que se pacta la reserva de la compraventa de bienes muebles o inmuebles, entregando como prueba de este compromiso una cantidad de dinero en concepto de señal.
En el contrato de arras penitenciales deben especificarse claramente los siguientes puntos:
El plazo de vigencia de un contrato de arras es de seis meses desde el momento en el que se lleva a cabo la firma. Sin embargo, es muy habitual que los firmantes quieran extender dicho plazo por diversas circunstancias que se pueden dar en esta situación.
Las arras penitenciales se pagan se pagan en el mismo momento de la firma del contrato, y en cuanto a la forma de pago será la que se haya pactado entre el comprador y el vendedor, que puede realizar de formas distintas, en efectivo o metálico, transferencia bancaria o en cheque.
Lo cierto es que no existe una cantidad determinada obligatoria: lo habitual es que se entregue entre un 10% o 15% del precio final de la vivienda., pero como decimos dicha cantidad puede variar en la negociación.
El contrato de arras lo paga el comprador de la vivienda, ya que la cantidad sirve como señal y compromiso de que continuará con el procedimiento.
¿Qué pasa con el dinero de las arras si no me conceden la hipoteca?
Y en el caso del contrato de arras penitenciales concretamente, tanto el comprador como el vendedor llegan al acuerdo que, en caso de no formalizarse el contrato de compraventa.
Lo que diferencia las arras penitenciales de las arras confirmatorias es que las primeras permiten el desistimiento del contrato, mientras que en las confirmatorias, la otra parte puede exigir el cumplimiento del mismo.
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