En base al tipo de interés, un préstamo hipotecario puede clasificarse en hipoteca con interés fijo o hipoteca con interés variable. Esta última modalidad de préstamo, la hipoteca con interés variable, es la más elegida en España y responde a un importe de cuotas basado en una parte fija y en otra parte que varía en función de un índice de referencia, usualmente el Euribor.
Este tipo de interés variable se revisa periódicamente y determina el importe de las siguientes cuotas hasta la próxima revisión, que volverá a influir en la cuota haciéndola subir o bajar dependiendo del tipo de interés que marque en ese momento el índice de referencia.
¿Es mejor una hipoteca con interés variable o una hipoteca con interés fijo?
Usualmente las hipotecas con interés fijo dan lugar a cuotas más elevadas pero ofrecen menor riesgo y mayor estabilidad a los clientes, puesto que no están determinadas por fluctuaciones en el índice. En cambio, las hipotecas variables son más atractivas en cuanto a su interés pero el riesgo que se asume es mayor.
La situación personal y, sobre todo, el nivel de riesgo que se está dispuesto a asumir determinará la mejor opción en cada caso.