La eficiencia energética de una vivienda es el cálculo que se hace para medir el consumo de energía que se necesita para aclimatar dicha vivienda en condiciones normales de uso y ocupación. Igual que sucede con los electrodomésticos, las viviendas pueden ser más o menos eficientes en el consumo de energía dependiendo del aislamiento térmico empleado en su construcción así como del uso de energías renovables en la vivienda.
Por lo tanto, la eficiencia energética es un factor más a tener en cuenta a la hora de comprar o alquilar una vivienda ya que puede afectar directamente a nuestro bolsillo así como al valor de la propiedad.
Asimismo, la eficiencia energética de una vivienda se recoge en un documento denominado certificado energético y es un trámite obligatorio a realizar a la hora de firmar un contrato de compraventa o alquiler de una propiedad. Este certificado recoge los datos sobre el consumo energético de la vivienda haciendo uso de una escala de calificación compuesta por siete letras correlativas de la A a la G, siendo la A la mejor calificación y la G la peor.
Por lo tanto, podemos decir que las viviendas o edificios clasificados con las categorías A, B y C demandan menor cantidad de energía para mantener un ambiente agradable en la vivienda que los clasificados con las categorías D, E, F y G y por ende, el coste de energía de las viviendas con categoría A,B y C en inferior al del resto.