El proceso de división horizontal consiste en la subdivisión de un inmueble en unidades privadas, dando lugar a fincas registrales separadas e independientes que actúan como copropietarios con un coeficiente del total.
Para llevar a cabo este trámite es necesario contar con los servicios de un notario, encargado de llevar a cabo unas escrituras que reflejen la división horizontal para registrarlas posteriormente al Registro de la Propiedad y a la Dirección General de Catastro, una base de control y gestión administrativa donde se reconoce todo bien inmueble de un determinado territorio.
Requisitos para realizar una división horizontal
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Contar con una autorización administrativa para llevar a cabo el trámite.
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Petición a la Junta.
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Aprobación de más de la mitad del total de los propietarios.
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Consentimiento de los afectados.
Trámites que conlleva realizar una división horizontal
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Escrituras de División Horizontal a través del notario.
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Inscripción en el registro de la Propiedad.
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Pago de Impuestos sobre Actos Jurídicos Documentados.
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Elaboración de un certificado técnico del edificio.